
El 2020 nos dejó con ganas de tocar, sentir, rozar, abrazar, besar y celebrar. A estas alturas de la película, son tantas las celebraciones pospuestas (cumpleaños, aniversarios, fiestas patronales, nacimientos…) que ya hemos perdido la cuenta de los buenos momentos no vividos. Porque, no nos engañemos, los momentos no se pueden posponer y la frase hecha de “celebrar el doble las cosas cuando se pueda” suena bien, pero ni el presente ni los besos se pueden recuperar ni vivir el doble en el futuro.